martes, 27 de marzo de 2018

POESÍAS RELACIONADAS CON EL AJEDREZ (Religión)

Los alumnos de 4º han trabajado la poesía de la torre.

Poesía de la Torre











Es la torre una pieza
De su rey la fortaleza
Puede ir adelante
Y hacía atrás
Con sólo girar la cabeza

Como una flecha
De izquierda a derecha
Corre por todo el tablero
Tan sólo al caballo
Tiene respeto y miedo

En el rincón
lo pasa muy mal
Si le ataca el alfil
Porque la puede atrapar
Por quedarse allí




LA POESÍA DEL CABALLO


EL CABALLO
Es una pieza muy extraña
pues te puede dar un susto,
si te engaña.
Al inicio,
los blancos en "b1" y "g1" estarán
y en "b8" y "g8" los negros esperarán.

Es la única pieza que puede saltar,
y por encima de sus contrincantes atacar.
Si en casilla negra esperando está
a una blanca, formando una "L" debe brincar.
Sólo podrá capturar a la pieza que ocupe
la casilla donde él saltará.
Es mucho más eficaz en el centro del tablero,
porque, si un peón contrario quiere coronar,
él, con dos brincos, lo podrá capturar.

Cuando lo tengas que cambiar,
procura que sea por otro igual.
Y al final,
ayudado con tu rey
y alguna otra pieza más,
al rey contrario podré acorralar,
y jaque mate dar





Además de trabajar con las poesías, también hemos hecho fichas relacionadas con los movimientos del caballo en el ajedrez.

LA POESÍA DE LA DAMA

En el juego del ajedrez la pieza de la dama se mueve como quiere, es muy importante. en todos los lugares está bien, ocupa un buen lugar.
Para los cristianos la dama y señora es María, madre de Jesús y madre nuestra. En el tablero de la geografía española no hay ni un solo lugar, pueblo o ciudad que no venere a la Virgen María, nuestra dama.

LA DAMA

Es la pieza más poderosa.
Se parece a una antigua diosa.
Al inicio,
estará, junto a mi rey colocada,
en la casilla "d1" señalada.
Por su gran movilidad
y por tener gran agilidad,
a cualquier casilla, sin saltar,
ella, veloz, se puede desplazar.

Dos alfiles y un caballo luchando
en valor, les va ganando.
Dos caballos junto a un alfil
valen menos, por su ardid.
Una torre, un alfil y un peón,
valen menos, por su gran corazón.

Es muy poderosa, no camina, ella corre;
pero vale más que un caballo y una torre.
Dos torres valen más
en una lucha desigual.
Está hecha para atacar
no la dejes nunca arrinconar.
Déjale libertad de movimiento
para que pueda atacar sin consentimiento.
Cuando la tengas que sacrificar,
procura que sea por otra igual.


Y al final,
si la pieza de la que hablamos
aún continúa a tu lado,
no tendrás dificultad en ganar
y al rey contrario matar.






1 comentario:

  1. Soy Irene, la profesora de 1º, 2º, 3º me ha encantado como habeis trabajado el ajedrez con la poesías, son muy bonitas, es una pena que no se vean las fotos.

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